Seguimos con algunos consejos que nos ayudarán a que, a la hora de curar cicatrices, estas lo hagan en menos tiempo o que se noten mucho menos.
-Haz los masajes, eso sí, con cuidado. Los masajes, en primer lugar, deben estar adaptados al estado de inflamación de la cicatriz, sobre todo, son tratamientos muy populares, en el caso de las quemaduras. Pero, deben ser realizados con cuidado, ya que podrían provocar un efecto secundario, no deseado. Incluso, si la quemadura se llega a infectar, no se recomienda y, nunca, si nos hacemos un masaje, debería provocarnos dolor -si es así, lo mejor es acudir al médico-.
- Para poder reducir la tensión, lo mejor es el uso de vendajes. Cuando una herida está en proceso de cicatrización es normal que suframos tirones o presión, a causa del movimiento de la piel y de los músculos. Para poder evitar esto, lo mejor es aplicar una serie de vendajes, como pueden ser las suturas adhesivas estériles, ya que este tipo de productos microporosos, como es el típico esparadrapo, van a facilitar que el vapor de agua transpire, lo que hace que el periodo de maduración, de la cicatriz, se reduzca.
-Gel para que no aparezcan las rojeces. Una buena solución es el gel fluido de silicona, sobretodo, para las partes más expuestas del cuerpo y, para las personas que busquen una protección completa, ya que reblandece las cicatrices y va a reducir el enrojecimiento.
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