Junio
se ha convertido en el mes de las dietas, para muchas personas.
Estamos ante los días previos a las vacaciones y tenemos que
ponernos manos a las obras, para poder perder tus kilos de más,
antes de lucir el biquini. Y, esto no es sencillo, pues muchas
personas sufren, durante estos días, con mal humor, bastante
nerviosismo e, incluso, en algunos casos, episodios de ansiedad. Hay
que recordar que, en muchos casos, el estados emocional puede llegar
a influir en nuestra manera de alimentarnos y es una de las causas
por las que las personas cometen el error de caer en los atracones o
en las comidas compulsivas. Y, es que la tristeza, la ansiedad, el
mal humor o el aburrimiento son algunas de las causas por las que las
personas suelen confundir el hambre real con la necesidad de
satisfacer esos vacíos, con grandes cantidades de comida. Para poder
combatir esta relación emocional que se suele tener con la comida,
debemos aprender a controlar la odiada ansiedad y diferenciar si lo
que sentimos es, de verdad, hambre. Pero, no es tan complicado como
pensamos, ya que nos encontramos con algunos trucos, que nos van a
ayudar a la hora de frenar el momento, en el que comemos de manera
compulsiva y de forma casi automática.
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