La
trenza más clásica que Renoir pintó en su obra La Trenza, en la
que vemos a una joven entrelazando tres mechones de pelo, ha
evolucionado hasta versiones más informales, pero, que son
creaciones llenas de sofisticación. Por poner un ejemplo, la trenza
de espiga realizada por dos cabos, muy efectista y, sin duda, es
mucho más fácil de hacer, de lo que pensábamos. Tan sólo vamos a
tener que dividir el cabello en dos partes, para, después, girar y
enroscar los mechones, entre sí. Por otro lado, si lo que deseamos
es un toque refinado para algún evento especial, la trenza se va a
convertir en un recogido, si utilizamos sólo dos horquillas y así,
vamos a lograr un estilo mucho más chic. Y, si queremos una versión
más casual, debemos apostar por una trenza de cordón, que nos va a
dar un aire rastafari, gracias a que vamos a girar los mechones de
cabello, cada uno hacia un lado, para, después, poder liarlas. La
mezcla de los cordones va a dar, como resultado, un peinado que se
conoce como trenza pegada. Gracias a que estas trenzas poseen un
carácter africano, le vamos a dar un aire exótico a nuestro look.
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