Para poder evitar la
aparición de pecar, es muy importante que recordemos las reglas ante
la exposición solar, hay que aplicar el filtro dos horas, antes de
llevar a cabo la exposición, repitiendo dicha aplicación, cada dos
horas de exposición y, sobre todo, en la zona de la espalda, cuando
salimos del agua. Por otro lado, el tipo de filtro, de cada zona, en
general, es más grasa, sobre todo, en su parte alta, por lo que va a
tener más fluida, que sea más fácil de difundir y para hacer más
fácil la colocación, en esta zona, que es de tan difícil acceso, a
través de los formatos en spray. Pero, no sólo el sol puede hacer
daño a la piel de nuestra espalda. También, hay que tener en cuenta
los productos de conservación de las piscinas, que pueden llevar a
causar reacciones negativas, sobretodo, en el caso de las personas
con piel sensible. Estos productos, que van a ser fundamentales, para
que el agua de la piscina se conserve de la mejor manera posible,
pueden afectar a nuestra piel, provocando zonas de mayor sequedad,
que al quedarse expuestas al sol, no van a quedar bien bronceadas,
que si las comparamos con las zonas, que si están bien hidratadas.
Si no evitamos esto, vamos a encontrarnos con que nuestra espalda va
a tener varios tonos.
Foto: fuente
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