La
tecnología, que se emplea en este tratamiento, va a depender del
centro, en el que vayamos. En el mercado, nos encontramos con una
gran oferta, dentro de lo que es la maquinaria de cavitación, pero
es muy importante que cavite a unos 40 khz, más o menos. La potencia
se va a regular, teniendo en cuenta la constitución del individuo
que va a someterse al tratamiento, ya que no es lo mismo que tenga
mucha o poca grasa y también, se debe valorar donde se localiza la
grasa. Dentro de las ventajas que nos ofrece la cavitación, tenemos:
-No
es una terapia de tipo invasiva, por lo que es una gran alternativa a
una posible liposucción.
-Su
acción es justo donde la necesitamos, allí donde la grasa parece
más resistente, a cualquier otro tratamiento.
-Sus
resultados son visibles: se podría llegar a perder 2 centímetros de
perímetro, en una única sesión, aunque va a depender de cada caso.
-Tras
la tercera sesión, el resultado va a ser mucho más visible.
-El
tratamiento, que tiene una duración de unos 40 minutos, cada sesión,
no es para nada incómodo. Sólo vamos a escuchar, eso sí, una
especie de “pitido” a causa de la aplicación del ultrasonido,
pero no es para nada molesto.
-Cuando
terminemos el tratamiento, la piel queda lisa y sin ninguna clase de
traumatismo.
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